Cuando entró Mª Carmen en APROSUBA era muy cariñosa con todos los compañeros, en especial con Ricardo. Yo siempre la he considerado alegre aunque a veces tenía un poco de mal genio. Primero estuvo en el taller de alfombras, luego pasó al de cerámica y luego estuvo en el taller de carpetas. Siempre la recordaré cuando me pedía caramelos o chicles sin azúcar. Alfonso
Mª Carmen |